Palabra

El libro de 1 Samuel comienza con la historia de Ana, una mujer estéril que era constantemente objeto de burlas y humillaciones por parte de Penina, que tenía varios hijos. Durante años, Ana sufrió por ello. Lo peor de la vida es cuando te creas una expectativa y las cosas no fluyen. Muchas personas acaban deteniéndose cuando se enfrentan a circunstancias contrarias. Muchas personas que se enfrentan a una situación desalentadora acaban rindiéndose. Ana tenía motivos de sobra para rendirse. Podría haber seguido deprimida y sumida en la amargura y la melancolía. Podría haberse quedado triste, encerrada en su habitación. Pero esa no fue su actitud. En medio de la dificultad, levantó la cabeza y se movió, haciendo algo extraordinario que cambiaría toda su historia. Tal vez te hayas sentido angustiado y las circunstancias hayan intentado detenerte. Pero el Padre está de tu lado y trabaja en tu favor. Independientemente del área de tu vida que esté atravesando una tormenta, ¡cree! Dios no duerme ni se adormece. Llega un momento en la vida de Ana en que todo cambia ante su posicionamiento de poner su angustia a los pies de Dios, y por fin puede alegrarse. Comprende que las decisiones que tomes hoy pueden tener eco en las generaciones futuras, por lo que es esencial que sepas cuáles son tus decisiones. Así que elige: permanece inerte, caminando en círculos alrededor de tu problema, o adopta una actitud de fe y comparte tu angustia con el Padre, invocando a Aquel que nunca ha perdido una batalla para que luche por ti.

Camina sobre la Palabra de Dios liberada sobre tu vida.

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DEVOCIONAL 68/366

LECTURA BÍBLICA Marcos 10

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